MÁS ABEJAS ATRAE UNA GOTA DE MIEL, QUE UN PLATO DE HIEL

O lo que es lo mismo:  Como un consejo amable es este dicho, para variar, de mi Madre. 

Ella tenía un carácter fuerte. Pero procuraba con gran cariño corregir las deficiencias de personalidad que se dan en el proceso de desarrollo como individuo. Particularmente conmigo.
Lo decía casi en un murmullo para apaciguar los exabruptos de enojo por la frustración cuando había obstáculos o personas insufribles. 

¡En esos momentos uno patea el plato, la miel, la hiel y a las abejas!

Sin embargo, todo es pasajero. La tormenta se aquieta y podemos reconsiderar que efectivamente, con lo dulce se acompaña bien un rato amargo.  Se agradece la dulzura de unas palabras de aliento. De un abrazo fuerte y solidario. Se bendice a quien puso freno y corrigió el rumbo para apreciar la luz que se da paso en el horizonte, como debe de ser.

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