Esta frase se
integró a nuestro vocabulario familiar en una visita al mercado de Iguala.
Aunque
actualmente es una gran ciudad, el mercado sigue en su lugar original
conservando las costumbres de compra y venta en los pobladores y la gente de los
lugares vecinos.
Desde siempre
Iguala se ha caracterizado por su gran actividad comercial. Es el centro de
comercio más importante de la zona. Ahí llega mercancía de todo tipo, es
conocida su fama por la venta de joyería de oro que poco a poco se ha ido
trasladando a locales y edificios especiales.
El mercado, por
lo tanto, conserva su mayor intercambio sobre productos frescos. Muchos de los
cuales son de fabricación artesanal, como los quesos y la longaniza, de
recolección en los huertos o patios familiares, y en el campo. Mangos criollos,
ciruelas, tamarindos, pipichas, nanches entre otros.
De temporal como los
jumiles, y a veces desgraciadamente, dada la pobreza imperante en lugares de la
sierra la gente viene a ofrecer animales que atrapan como iguanas, armadillos,
víboras y ardillas.
Esa parte del
recorrido en el mercado o en las aceras que lo rodean es muy desagradable. La
vista de animales atados o en jaulas es triste de muchas maneras. Son
recordatorios de la necesidad lacerante en los lugares apartados, donde las
personas tienen que supervivir con lo que tienen a mano y en este caso a costa
de la depredación de otras especies que tampoco cuentan con la protección
debida.
En una ocasión,
vi a una ardilla que corría sin parar en la rueda de la jaula. Es lo único que
un pobre animal preso puede hacer. Personalmente fue una visión de verdad
angustiante. Para ver si se podía hacer algo que aliviara esa situación, pero
sin pensar en comprar, dije al vendedor que esos animales no son mascotas, que
era cruel tenerla encerrada etc. El
señor solo volteó a verla. Me dijo: “Así es su modo”, y volvió a su estado de
letargo.
Ese “modo” se ha
quedado en la mente para referirse tanto a estados de ánimo que muestran:
Alegría; Tristeza; Entusiasmo; Desgano y cualquier otro en la variedad que presentamos
en la convivencia diaria.
Puede que sea para
“ver y callar” o pensar más profundamente en la comprensión de la manera de ser
de otros. Aceptar el punto de vista tan diverso sobre un asunto, el cómo cada
quien entiende al mundo, y no obstante el desacuerdo en muchos temas y
actitudes, seguir adelante, de todos modos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Escribe tus comentarios