Cuando repasamos
etapas de vida personal o de alguien que ha convivido muy de cerca con nosotros,
seguro encontramos que la vida nos confronta con situaciones difíciles para
aprender, y sobre la base de vivencias críticas buscar salidas y alternativas.
Cómo te va en la feria, es tal vez una
manera muy dura de darte cuenta de que, si no pones la atención total para crear
un anhelo que oriente la acción, hay muchos callejones y laberintos que parecen
insalvables. Como ejemplo, he tenido encuentros con personas que han superado obstáculos increíbles.
Puedes imaginar a una persona, trabajar en lo que se pueda, aprender algo útil que sirva de modo de vida, para ganar dinero y solventar las necesidades de una familia como algo ineludible.
Este muchacho, llegó
a una casa de gente adinerada, en donde se había solicitado un servicio. Él era joven, tenía toda
la energía, pero se había desarrollado con carencias extremas. A tal grado que cuando
atravesó un patio vio las charolas de la comida de los perros. Contenían un
guisado de mollejas de pollo. Cómo explicar esa visión y las ganas de comerlas…
Cómo entender la frustración y el dolor de saberse obligado a asumir responsabilidades fuera de tiempo. El no tener la oportunidad de estudio ni diversión, ni algo tan sencillo como crecer y formarse una sana ambición de trabajo honesto que posibilite un mejor futuro…
Sin embargo, en el laberinto que lo acorraló durante mucho tiempo y puso a prueba todas sus capacidades, él pudo encontrar la salida.
Leyó cuanto libro cayó en sus manos, se adiestró en un oficio, siempre estuvo dispuesto a viajar para conocer otros lugares, ejerció su voluntad para dejar vicios, cultivó su imaginación para algún día pisar realmente las tierras de países lejanos, se acompañó de personas ejemplares, y dejó a quienes le invitaban a seguir en ambientes deplorables, apreció el silencio y la soledad como grandes maestros.
Seguramente
insisto, has conocido historias similares. Lecciones de vida que te marcan. Personas que nos dan la oportunidad de
reflexionar y darnos cuenta de que la feria de la vida transcurre con momentos y situaciones temporales.
Se dice que cada
uno habla “según le va en la feria”. No obstante, como es Tú feria puedes cambiar
los juegos. Elige. Se trata de no perderse, buscar salidas, y resolver laberintos.
ufff, esta no la había leído, cuan cierto es esto, además de una clase de humildad, que a veces , te sientes "la trompa del tren" y de pronto tu univeros cambia y te vuelves un simple peón y hay que empezar de nuevo, como si nunca hubieras hecho nada con tu vida, tienes una nueva feria que disfrutar o padecer, de acuerdo a muchas cosas....
ResponderBorrarPues ojalá y como "es nuestra feria" pongámos los juegos en donde nos sea divertido pasar éste rápido paseo...
ResponderBorrarGracias por compartir lo que significa para ti.