Esa mañana empezó con muy buenos
augurios. El reloj marcaba las 11.11.
Aún que Yos tenía otras actividades que realizar en la computadora, su mente quedó fija en una mirada muy profunda en la fotografía en
blanco y negro que encontró “ casualmente “ al voltear una tercera pieza del rompecabezas.
Para él,
observador minucioso, a veces chocante para otros, la persona de la foto
mostraba en sus ojos, un dolor acumulado por muchos años.
¿Has sentido
alguna vez cómo te identificas con alguien a través de su mirada?
A veces, es en
un instante que puedes comprender muchas cosas de gran significado. Tomó la imagen en sus manos y pudo sentir que aquella persona posiblemente padeció un dolor físico de alguna enfermedad grave por largo tiempo. Se dice que
pueden aprenderse las lecciones de vida sin sufrimiento. Que lo que hay que
corregir puede practicarse en circunstancias favorables. Pero algunas miradas
revelan que han sufrido mucho.
Una pregunta se hizo presente: ¿Que puede lastimar al cuerpo o a un alma si
viven juntas e inseparables? en la búsqueda de la respuesta existen muchas vertientes. de inicio. creer en una dualidad que va más allá de la mente.
Eso ha sido un
tema constante., para la interpretación individual que es muy compleja. Yos había tenído innumerables pláticas para conocer diversos puntos de vista. Por ejemplo: La supremacía del Ser que no obstante se apoya en un cuerpo, el cual se defiende
de su segundo papel en un mundo que le pertenece. Porque aquello que a muchos les
parece primordial no puede interactuar en este plano con la materia pura y dura que es la tierra.
Así que le corresponde mostrarse enfermo, herido, maltratado,
inconforme para capturar la atención que merece. Pero esa interpretación resultaba insensible al ver el rostro completo de la persona en la foto. ¿Qué no se ve de inmediato que algo más le sucede?
Yos se
dijo que; Aquella mirada invitaba a ir más hondo. Posiblemente su expresión combinaba el dolor y el sufrimiento que al final se conjugan en el transcurso de la vida. La dualidad tantas veces repetida con altibajos de conciencia. Para unos ni siquiera visualizada por la presión de la supervivencia inmediata o distracciones de todo tipo.
La señora de la pieza que Yos contemplaba podría tener entre sesenta y sesenta y cinco años. Pero en sus ojos había mucho más que los años vividos. Como cuando quieres tomar algo y tienes que pedir permiso, Yos puso frente a frente la fotografía. Me permite indagar señora, si tal vez se escondía el recuerdo de
un desencanto por alguien que se suponía era leal? En ocasiones el supuesto apoyo
incondicional de alguien por su misma fuerza, tiene el valor o la flaqueza de irse
a compartir con otros, lo que había comprometido que era intocable, y
personal. A veces, por un momento gana el cuerpo y el alma queda confundida
aportando un viso del dolor que se pierde en la mirada.
Es algo así como; Que son marcas en el devenir de la vida, y que se han hecho sin
querer. Pero al que se sintió herido le quedan grabadas también sin quererlo, y
la mirada las toma en cuenta para reflejarlas en los ojos. Le sucedio?
Yos pensó en
cuántas veces las personas bajan la mirada. O la desvían para no ser
sorprendidas. Esa clase de penas son frecuentes y se van sumando en la memoria.
Sus ojos además mostraban cansancio. Aceptación?.
Quizás fue de las personas privilegiadas que vivió un mundo creado con todo el esmero.
De enseñanzas refinadas. Bordados, tejidos, pinturas, poemas, espacios enormes
y muebles de lujo. Servidores dispuestos para la cocina, el aseo, la recámara,
el mozo. ¡Futuro brillante!
¿Cómo fue que su
mirada se tornó triste? Es que aceptó las circunstancias. Encarar el cambio con energía es cansado y en momentos agotador.
Usted tuvo compasión? Se necesita compasión para comprender. Yos había visto la terrible
mirada que se podía observar en casos de traición. abandono o lejanía. No necesariamente
de personas mayores. Por quienes es lamentable la ingratitud. Pero en personas
de todas las edades que viven con un anhelo vehemente de ser tomadas en cuenta.
De verse en los otros para encontrar a sus semejantes.
No a las sombras del
desamparo. La incertidumbre en esa misma tierra que vuelve con sus gritos y
lamentos a demostrar que se puede separar al alma y se le ancla aterrizada en
un instante por la ambición desmedida. El despilfarro inconsciente, la
desconsideración absoluta. Otro vislumbre que queda fijo en lo terreno que
agobia a esa naturaleza dual tan discutida.
Como alternativa
de resurgimiento las personas como la de la fotografía que estaba en sus manos
le habían contado que se escapaban al campo abierto. Pasaban el día caminando,
hasta que la noche los cubría. Una bóveda estrellada es tranquilizante.
Yos había
conocido a otras almas que deambulan en los cementerios, en las playas, y en
cualquier rincón que extiende sus manos para apaciguar toda clase de tristeza.
Las había visto de cerca y de lejos. Muy apenadas. Igual de confusas ante su
naturaleza. ¿Realmente estarían perdidas?
La siguiente
pieza fue determinante. Fuera de esa mirada la persona estaba con unas niñas.
Una de pie a su lado, y la otra en su regazo. No cabe duda de que los genes mantienen la esencia de los
rasgos de los seres queridos. La presencia de ellas pudo ser la otra parte
de lo que estaba oculto en esa visión primera pero subyacente. Cada uno vive al
mismo tiempo muchas historias.
Yos sabía que todas las historias se entretejen
muchas veces desapercibidas. Tanto para el alma como para el cuerpo. Es por eso
por lo que la experiencia se sobrepone a la emoción con engaños de la imagen
social que necesita abrirse paso para ser reconocida. Los sentidos tienen el
poder de presentar al mundo y a las personas de manera perceptible. Sin
intuiciones que divagan.
Cada detalle en el tiempo de vida se convierte en situaciones y circunstancias
evidentes. De modo que el personaje pudo haber tenido una vida en familia, con
hijos y nietos. Visitas, paseos, convivencia feliz y en armonía. No habría sido
una mala vida. Sin tanta filosofía. Agradable. Satisfactoria. Lo que se dice,
una buena vida. Con dinero para comprar lo necesario, amistades para
compartir lo que se disfruta al ver al otro y saber de su vida. Pensamientos e
ideas similares o distintas que le ponen “sabor al caldo” para reírse de si
mismos y de los demás con el permiso debido a la confianza y simpatía.
¡Dios! ¡Que
juego tan atinado! El rompecabezas había cambiado tantas veces como los
cuadritos que seguían en desorden y los que ya había acomodado.
Señora mía,
gracias por su mirada. Desconozco con certeza todo lo que en ella se oculta.
Pero queda la esperanza de que en su vida haya habido alegría. Que sus
ilusiones la hayan llevado a buenos puertos y ciudades. Que todo aquello que
haya tocado tenga una chispa de luz que guíe a sus seres queridos y los acompañe
toda la vida. Que sus propios ascendientes y descendientes la recuerden con
cariño y mucho amor incondicional como el que usted seguramente les brindó con
su presencia.
¡Esta pieza con
su foto me ha dado muchas lecciones en un día! Los rompecabezas son juegos que
se venden para mucha gente. Quiero ver lo que encuentran los aficionados que
compren este diseño si se ponen a pensar en algún significado. Cada imagen que
he encontrado dice mucho a mi manera.
Como ya el café
del desayuno se ha tornado helado y el día avanza por supuesto sin mi permiso,
voy a hacer una pausa. Yos pensó que el
dialogo con esa imagen lo seguiría sin duda. Las piezas que encajaran con este
cuadro debían ser muy interesantes.
Al empezar a
guardar vio que muchas partes no tenían personas. eran paisajes. ¡Fabuloso!
El Agua, El
Aire, La Tierra y el Fuego siempre son maravillosos.