SIN HABLA

Veamos; A ti te gusta estar solo. Pero en algún momento sabes que tendrás compañía. Ya sea que tú la busques, o que alguien te busque a ti. Me dices que también te gusta el silencio. Pero reconoces que puedes comunicarte cuando quieras porque hay amigos, familiares, o gente con quien conversar o simplemente preguntar por algo. Prefieres estar en compañía con tu pareja, familia, compañeros, etc. Pero a veces necesitas estar solo.
 
Todo eso es común y usual para nuestra convivencia. Pero: ¿Será que la soledad, el silencio, y la compañía te agradan, porque sabes que en cualquier momento o situación puedes restablecer el contacto con el entorno que conoces? Y me refiero a lo puedes entender con el uso básicamente de tus sentidos.
 
Ya hemos un poco observado que también se entiende lo extrasensorial como parte de lo que se puede contactar o comunicarse. Pero vamos ahora más allá. El concepto de la comunicación es muy amplio. Sin embargo, hay un punto de vista sumamente interesante.
 
El mundo, el ambiente, el entorno en el que cada uno vive, y a partir del cual se interrelaciona con los otros mundos, ambientes, y entornos con quienes interactúas, se encuentra limitado por las palabras  que la persona es capaz de utilizar para describirlo y darse a entender. Un vocabulario pobre o escaso pone en riesgo la posibilidad de tener acuerdos, y objetivos comunes. Existe desde luego el significado que le da un sentido al lenguaje. Con lo cual se facilita compartir experiencias, sentimientos y emociones.
 
Sin embargo, cuando se puede describir, es decir, poner en palabras lo que queremos, la respuesta llega con más rapidez y facilidad. Todos hemos comprado un regalo en un viaje al recordar que fulanito o menganita, colecciona campanas, o elefantes. Seguramente en las pláticas salió a cuento y se queda en la memoria. Les apuesto que esa persona ya cuenta con un montón de campanas o elefantes venidos de todas partes porque supo decir que eso era su gusto.
 
Los niños son muestra de que tan importante es el estar en contacto y hablar al formar grupos para jugar o en casos tristes, aislar al que no puede o no sabe cómo comunicarse. En una ocasión vi como un niño preguntaba a otro si quería ir con él a los columpios. Su compañero no lo volteó a ver. Él Insistió poniéndose de frente. Pero su compañero tenía una actitud cerrada y no contestó. Por fin, se fue enojado y el otro se quedó sin saber que hacer o en su mundo sin el otro.
 
Más tarde entendí que hay problemas diversos de comportamiento en dónde la falta de capacidad para comunicarse con el entorno y no sólo con la gente es un tema muy especial. Requiere tratamiento lo más temprano posible y hay avances muy positivos. Lo valioso de esa experiencia fue que estar en contacto como actualmente se dice, implica realmente” poder hablar” de muchas maneras.
 
Tuve oportunidad de asistir a un curso en dónde el instructor era terapeuta en aspectos de incomunicación extrema. Se alentaba a las personas a montar a caballo e interactuar con mucha sutileza puesto que los caballos son muy sensibles a los estados de ánimo de las personas. Se asustan si hay movimientos bruscos y se alteran cuando reciben mal trato. Por el contrario, responden con mucha tranquilidad a ser dirigidos y aprender a convivir con las personas para estar cerca y dejarse acariciar si se los toca con calma y de buen ánimo. Una de las intenciones de la equino terapia es por lo tanto enseñar a usar los sentidos de la persona para hacer contacto con los sentidos del caballo y favorecer los sentimientos de seguridad y pertenencia que abran los canales de comunicación que hacen falta.
 
Aún que no lo percibamos de manera personal usamos los ojos, los gestos de la cara, los brazos, las manos y posturas que delatan estados de ánimo y respuestas para nuestros interlocutores. Todo lo que facilite expresar lo que “queremos decir” se vale de manera positiva. No obstante, subutilizar la capacidad de hablar para comunicarse que resume la identidad de ser persona,(salvo disfunciones fisiológicas) puede representar una pérdida de esa misma identidad y /o empezar a asumir comportamientos más similares a las cosas inanimadas.
 
La enajenación de la identidad como personas, favorece el desconocimiento al respeto hacia todo lo que está alrededor. Puede sonar muy reiterado que lo que “no se conoce no se ama” pero es verdad. Eso además es el inicio de un trato insensible hacia los animales, la naturaleza, y cualquier manifestación de vida.
 
Quedarse sin habla(amén de lo ya señalado), significa perder una cualidad distintiva de la conciencia que permite crear. La creación en este sentido responde al servicio propio y para los otros con quien se comparte un espacio.
 
Me atrevo a decir que la soledad, el silencio, y la compañía son agradables, siempre y cuando sean el punto de partida y retorno hacia nosotros mismos y hacia los demás. Habría que someter tales afirmaciones a estudio. Pero Inclusive sí actualmente se valora el aislamiento y el hacer muchas actividades a distancia, por la facilidad de resolver tareas rutinarias como realizar pagos y trámites sin ver a las personas, lo que subyace, es un mejor motivo para recapacitar.
 
Fuera de las reglas obligadas por estar en el mundo. Como ganar y gastar dinero, adquirir deudas, y tener toda clase de satisfactores desde alimentos hasta cosas suntuarias, son comunes las respuestas sobre:
¿Para qué lo haces? “por mi familia”. “para mis hijos” “por mis padres”, “por mis amigos” y si se ponen más etc. tienen que ver con alguien. O sea; ¡Por una persona!
 
Es innegable no obstante que hay casos en dónde la codicia ha pervertido el sentido de inteligencia hacia la persona. La depredación y acumular en relación con mercancías y cosas, indica un desequilibrio que amerita hospitalización. Pero se tiene que convivir a pesar de todo. Hasta esa sin razón tiene en el fondo a una persona.
 
Cuando no se tiene un lenguaje, ni vocabulario suficiente para externar ese vínculo fundamental se limita personalmente el mundo. Se amontonan sentimientos y emociones que dificultan la adaptación al cambio que se presenta de manera constante. Actualmente se ha popularizado el uso de dibujos y gráficos que sustituyen al habla. Frases y oraciones se retoma para reenviar mensajes que se repiten con la intención de expresarse, pero que no son originales. Hay muchos que reacomodan líneas, cambian fondos y dicen lo mismo sin distinción del remitente ni del destinatario.
 
La cuestión es; Si al final se busca expresar a otros lo que uno mismo siente, pero no tiene las herramientas para hacerlo. Por esto la reflexión vale la pena. Quedarse sin palabras no es opción. Existe una necesidad de comunicarse. Utilizar sólo monosílabos que pretenden tener un amplio significado es limitante, conflictivo para relacionarse, y estar en este mundo.
 
Ya sabemos que si a la pregunta: "¿Qué tienes?" la respuesta es:” Nada”.  Se presagia una gran tormenta y problemas de todo tipo. Que si en el interés para preguntar: "¿Qué quieres?"  Hay una respuesta de:” Lo que tú quieras”.  Es anuncio de peleas o de plano rompimientos que lastiman o dan pesar.
 
Así que quedarse sin palabras puede evitarse. Adquirir mucho vocabulario está al alcance sobre todo hoy que cualquier pregunta en línea, despliega miles de páginas que con palabras exponen infinidad de respuestas. Ni decir de los libros de papel y tinta. Hay millones con diversas portadas y contenidos en espera de que alguien los lea y se apropie del rico vocabulario que los forma.
 
Atrévete a encontrar las palabras y el vocabulario que te conecte integralmente y comunique quien eres, lo que te gusta o ambicionas. Lo que te llena de ilusión, o de certeza.  y más allá, atrévete a usarlas en tus relaciones.
 
“Chiaaaaa que pereza” no aplica! Sí no logras entenderte, ni darte a entender; porque; “Quien sabe de cuál le venden ñora” .Tampoco sirve!
 
No hay pretexto cuándo te has dado cuenta de que la comunicación te reta para expresarte de diversas maneras, y muchas están en ti mismo.
 
 
 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Escribe tus comentarios