Este es el cuento de una comunidad muy peculiar. Sus integrantes tenían un modo de ser entre indiferente y quejumbroso que los mantenía con muchas inconformidades. Habían por lo tanto acordado, poner una oficina de aclaraciones para que todos los que tuvieran alguna insatisfacción pudieran acudir a que se les escuchara. Se designó un encargado cuya empatía hacia los demás le hiciera incapaz de portarse agresivo. Que se notara su buena intención de entender las quejas, para que los vecinos se sintieran bien atendidos. También para que les comunicara que tenían derecho a volver cuántas veces fuera necesario.
El día de la
apertura se formó una fila. Nadie se saludó ni se interesó en
quien estaba delante o detrás. sólo se mostraba por todos la impaciencia.
Miraban insistentes la puerta y checaban el tiempo transcurrido constantemente en sus
dispositivos inteligentes. Por fin a la
hora establecida, se abrieron las puertas. El primer quejoso entró con aire
molesto y encaró al empleado:
A ver: Yo suelo estar inconforme ante la gente que muestra cara alegre. Se ríen por cualquier cosa insignificante
que arreglan y parece que les importan poco, tantos problemas enormes que
aquejan a nuestra comunidad. ¿Cómo puede haber gente feliz que pretende que yo
le corresponda con un saludo “alegre”?
El encargado,
que no le había quitado la vista de encima para escuchar con detalle la queja
contestó:
Le aclaro que lo
que usted siente no es inconformidad. Es envidia. Entiendo que puede ser molesta
la alegría que muestran otras personas por logros pequeños. Sobre todo, si usted
no percibe más que los grandes problemas. Todos aquí sabemos que usted es una
persona que está al pendiente de lo que sucede. Tal vez si encuentra alguna solución
no importa si es grande o pequeña, estoy atento para atenderlo en otra visita. ¿Le
parece bien?
El quejoso hizo
un gesto con la mirada hacia arriba, y se fue de la oficina.
El siguiente en
la fila comenzó:
Me choca que hay
últimamente muchos visitantes en nuestra comunidad. Algunos alardean de los
viajes que han hecho. de actividades que les producen ganancias que les permiten conocer
lugares como el de nuestra comunidad. de que les esperan seres queridos en una casa, y muchas
cosas más. Me parece odioso que presuman si son personas que se ve, ni merecen
lo que tienen.
El encargado
tomó nota, y aclaró: Lo que le choca, es
que en su idea de la gente que tiene éxito, haya personas diferentes al modelo
que le hicieron aceptar. Con una imagen
preconcebida lo que usted tiene son prejuicios. posiblemente no le chocan
nuestros visitantes. Le choca que sean diferentes a los estereotipos impuestos.
Que han conseguido cosas que usted no tiene. Podría conversar con algunos. Sin
enfocar tanto, cuál ropa están vistiendo o de que lugar vienen. Lo espero con
gusto, si surgen otras quejas.
El quejoso salió
de la oficina enfocando a las caras nuevas sin fijarse mucho en todas sus posesiones.
Se acercó a la
ventanilla otro inconforme.
Verá; He tratado
muchas veces de conseguir amistades sinceras. Pero cada vez me ha decepcionado la
apariencia de sinceridad, de compartir, de entendimiento. Mi decepción va en
aumento.
El de
aclaraciones señaló: Normalmente con los que se intenta tener amistad o algún
tipo de relación, solamente devuelven lo que usted mismo es capaz de intercambiar.
¿Ha escuchado de los “Yo Yos”? su interés sólo es en el yo-yo. En su
conversación con otros sólo se escuchan ellos mismos. Contestan sin hilar lo que su confidente
o interlocutor les dice. Le aclaro que su decepción viene de usted mismo. Los intercambios
son equivalentes. Si hay diferencias pruebe la sinceridad. Sin apariencias.
Entender y escuchar al otro. compartir sin esperar que puede obtener a cambio. Si persiste su decepción, esta oficina está a su
servicio cuando así lo requiera.
Con un gesto
pensativo la persona se dio la vuelta y caminó hacia la salida. Un poco de lo
que entendió le hizo seleccionar en su mente qué tenía para dar. Lo de recibir
a cambio lo pasó desapercibido.
Así pasaron los
días y el encargado notó que muchas quejas eran similares. Entonces empezó a
recopilar la información que agilizara el trabajo. Podría enviar la lista a los
quejosos frecuentes. Diseñar un cartel para actualizar y exponer las quejas
reiteradas. Cuando tuvo los datos suficientes puso en marcha su idea. envió un
comunicado a toda la comunidad.
En primer lugar,
aclaró que la lista era para IN-formar. Es decir, para que cada uno internara en
Su formación nuevos puntos de vista. las
situaciones, las personas, y las quejas que les provocaban malestar. El catálogo iniciaría
con lo más recurrente. Además, anotó que las sugerencias eran bienvenidas. De
esa manera se podían ampliar las aclaraciones y se ahorrarían la molestia de
esperar un turno en la oficina.
El primer cartel
con un resumen lo puso justo en la entrada. También acondicionó un pasillo que exhibiría los carteles actualizados, para
encaminar hacia la salida sin demora a los que hubieran leído algo que les
resultara como aclarado.
El listado tenía tres encabezados; ASUNTO; ACLARACIÓN; DESCUBRA. en esa columna se dejaba libre la interpretación en cuanto a realizar las
acciones personales, convenientes en cada caso. Siempre con la posibilidad de
acudir a la oficina si se necesitaba orientación extra.
El contenido del primer cartel con la fecha de la emisión tenía las indicaciones para leerlo en secuencia: *Localice el Asunto. **Lea la Aclaración. ***Descubra como interrogante qué puede hacer.
*ASUNTO |
**ACLARACIÓN |
***DESCUBRA |
Usted se siente con enojo hacia todo el mundo. |
El enojo es la falta de conocimiento. Inacción para
compartir, y hacer que nuestra comunidad sea un mejor lugar en dónde vivir. |
En qué tiene posibilidades para colaborar en algo. |
*Usted se siente molesto con la presencia de
alguien. |
**Ése alguien es un mensajero, o un maestro. Un
espejo de la molestia que le causa una cualidad o una falla que usted mismo
tiene. |
***Cómo mostrar las cualidades que sí se tienen.
Cómo aprender lo que se ignora. |
*Usted se siente inconforme ante lo que tienen
otros. |
**La envidia inconforma, ante todo. Juzga duramente
lo que cree que no merecen otros. |
*** Todos obtienen lo que merecen. El logro de otros le puede alegrar. |
*Usted se siente preocupado. |
**Cuando usted es el centro de toda preocupación lo
que muestra es egoísmo. |
***En qué se puede ocupar de otros y hacer algo por el servicio a ellos. |
Con el cartel y las notas a la vista, disminuyó la gente formada. De vez en cuando entraba alguien para exponer una queja diferente. Pero al aclarar con el encargado, el asunto con frecuencia estaba contemplado en las notas sobre la envidia o el egoísmo.
Algunas otros
sentimientos o palabras como Arrogancia; Incumplimiento de promesas; Abusos.
solían relacionarse con la permisibilidad y complacencia de los quejosos. Así
que el catálogo y los carteles editados tuvieron material para renovarse. Cada aportación era útil para el encargado de
la oficina de aclaraciones y los usuarios.
No faltaba sin
embargo alguien que al leer se dijera en voz baja; “Sí, ¡cómo no! Qué fácil es hacer
letreros”.
También otros argumentaban
en voz alta que no todos sentían lo mismo y que; “Ningún empleadillo les diría
qué hacer”.
Las fechas de
edición para algunos era otro motivo de queja. Lo usaban como pretexto para
exigir atención. Vociferaban que el cartel era obsoleto y las notas no
cambiaban.
Total, que la
oficina seguía abierta al público. Los residentes y los visitantes de vez en
cuando intercambiaban opiniones respecto al servicio tan peculiar que se
ofrecía. Pero a veces se reconocía que los carteles con sus notas fijas podría
venderse a otras comunidades. La
sugerencia fue bien recibida y se imprimieron carteles con las diferentes
fechas de emisión para venderlos a los turistas como recuerdo.
El diseño era
atractivo y colorido. Los que se sentían más perturbados, con lo que ahí decía,
llegaron a comprar varios. En especial el que les era más atractivo para
ponerlo en la puerta de su recámara. Se le quedaban viendo por la noche. Era
molesto releer las notas. Pero en la mañana lo veían más claro. Unos marcaban
un renglón con una palomita. Otros subrayaban una frase. Generalmente les
servía para salir de su casa con una sonrisa, y una interrogante para resolver.
La realidad es que me encantó ojalá todas las desavenencias pudieran resolverse así, !! Y muchísimas quejas!!
ResponderBorrarMuchas gracias por tú comentario!
ResponderBorrarA veces resulta aclarar algo con un intercambio de miradas en un espejito!:) Además de que verás la sonrisa en tú cara!
Abrazo!