POEMAS CANTADOS

 ¡Será que de verdad no se aprecia algo hasta que pasan muchos años y te encuentras con que ese algo estuvo en tus manos y no sabías, todo el valor que representa!

No se trata de arrepentimientos en los que te culpes. Ni de los famosos “hubieras” inútiles que causan frustración y enojo hacia uno mismo.  Se trata de los cantos que todavía puedes entonar con las imágenes que hoy son muy queridas y que caminan a tu lado. Los escuchas cuando entre tantas melodías nuevas se cuelan para alegrarte la vida. Hace poco una compañera recordó los versos de algunas de esas canciones que fueron como himnos de rebeldía. Poemas cantados con las voces que querían hacerse escuchar hasta el más lejano confín de la tierra. Tenían tanta fuerza que sostenían con sus notas los lazos entere amigos, compañeros de escuela y todos aquellos a quienes tuvieran muy sensible el corazón con el deseo para cambiar al mundo.  Eran como las emociones de los primeros encuentros con el romanticismo color de rosa intenso tan creíble en los años de búsquedas sin medida por la libertad, las aventuras, y la fe total en uno mismo.

Edna era la chica que alentaba a un pequeño grupo para reunirse en una velada de las llamadas bohemias. Entre todos compraban queso, pan y un buen vino. No podía faltar una o dos guitarras para acompañar las canciones que alborotaban el espíritu y lo elevan hasta el infinito y más allá. Una frase que por cierto se ha retomado en diversas edades. Entre los asistentes, que eran pocos, se contaba con un confidente. Con un aspirante a conquistar el mundo. Con caballeros y damas valientes para retar dragones y liberar reinos. Nadie se quedaba en una torre de castillo encerrado. Nadie se permitía ser cobarde. se declaraban con total pureza los sentimientos. De otra manera no te quedaba la armadura para salir y enfrentar todos los obstáculos que se hallarían en el camino.

 Había entre las canciones preferidas las que hablaban de una mujer que podía detener el vuelo de alguien que era un ave de paso para quedarse en los brazos de quien amaba. Que le hacía escribir una carta que se llevaba el viento “a ninguna parte ni a ningún buzón”.  Porque le enseñó a ser bueno y bello. A buscar “una luna llena que arañaba el mar”.  Cualquiera que hubiera observado   esas reuniones y escuchado tales canciones posiblemente antes y ahora podría seguir teniendo fe en su prójimo. Porque quien sabe si en algún lugar, hoy mismo, se puede encontrar a un amigo de tal categoría. Dado que en otra de las melodías se señalaba que nadie de los amigos que se reunían una tarde en una casa, se sentía extranjero en ningún lugar. 

Para completar, se tenía la imagen del quijote que lanza en ristre se enfilaba a derrotar a los enemigos imaginarios, o reales, y que seguía su persecución cabalgando sin descanso. Les puedo apostar a que es una imagen que sigue vigente. Tal vez en diversos lugares y de diferentes maneras. Pero en el colectivo intelectual de muchos; las ideas de libertad, unificación y amistad son las que prevalecen como una base común que se reconoce y de verdad se puede encontrar cuando se emprende un viaje, se planea una empresa o se organiza una reunión para celebrar el bien hacer de alguien notable.

Considero que los amigos de Etna de antes y ahora, estarían dispuestos a reunirse. Pero ciertamente se dispersaron por el mundo. Ella misma radica en un país lejano y ejerce como una gran ejecutiva en finanzas. Otro se desempeña en las áreas de difusión del arte. de uno mucho más cercano sólo se supo que falleció en circunstancias no bien explicadas y nadie quiso interrogar más sobre eso. Tampoco se sabe de otro que tenía un carácter muy apacible, pero era excelente para las asignaturas sobre cálculos numéricos. Lo único que puede ser cierto es que si alguno escuchara uno de los poemas cantados volaría con su imaginación a las tardes de bohemia. A los ideales para conquistar al mundo y hacerlo un mejor lugar.

Desde luego se entonarían las melodías de tales poemas para cantar. porque están grabados más que en un medio electrónico en las profundidades del alma humana sin tiempo. son como un recordatorio de lo grandioso que puede ser una persona con ideales de superación.  Es muy grato ver a gente en cualquier parte, y de cualquier edad, identificar tal vez con las vibraciones de las notas ése mensaje permanente. Aun dentro de la gran producción disonante de otros ritmos y melodías. Es que la música y los poemas cantados son otro camino en dónde se quedan dispersos los rastros del legendario quijote, las espadas y capas de los caballeros y damas, las piedras de los castillos derrumbados, y toda clase de señales para alegrarse por seguir la ruta correcta del reencuentro con amigos tan especiales y por lo tanto con uno mismo.

Posiblemente las imágenes en la actualidad son diferentes. Ya no se habla de castillos, damas o quijotes. A menos que sean para cuentos o melodías infantiles.  Pero ahí mismo están encubiertos los mensajes sobre el ideal que cada uno descifra con la resonancia de la música o los cuentos que escucha. Me consta que cada vez que la sensación es la de un poema cantado brotan lágrimas o se queda el pensamiento en silencio. No hay duda de que las notas siguen vibrando al ritmo de los corazones que como en las reuniones de los amigos de Etna, en los de los valientes de siempre, están ligados y resuenan. Se convierten en himnos de gratitud a los que son confidentes, a los que son conquistadores de su propio reino.  se expresan con sentimientos transparentes de rostros sonrientes o dolidos para revalorar un canto y emprender nuevos caminos. Traspasar otros obstáculos y sin duda reencontrarse consigo mismos.

P.D. Por eso canto sin ton ni son a los amigos que estarán en alguna parte.  repasando nuestros poemas cantados siempre.  

 

 

 

 

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