PASARELA PECULIAR

 Hoy les presentaremos una pasarela muy peculiar. Van a poder observar estereotipos muy comunes que las personas adoptan como atuendos para lucirse en su vida. Con esta narración la imagen de alguien, posiblemente de ustedes mismos, saldrá en una pasarela portando los vestidos o trajes que se usan para enfrentar las situaciones de vida. La pasarela será breve. Pero lo suficiente para proyectar algo que luzca atractivo, sirva  para disimular alguna cosa que disgusta, o reafirme la imagen que se quiere mostrar. Habrá que identificar cuando se usan prendas que son incómodas; algunas copias, con parecido a las originales, para desviar la mirada. Sin embargo, no engaña a un ojo experto, y menos a uno mismo que sabe a fondo el para qué se viste a la moda o conserva un estilo a pesar de las críticas o tendencias. Que conste que no es de la moda en las pasarelas de alta costura de lo que se trata.

Imaginen un escenario para el primer desfile; se encuentran en un juego en donde se participa en pareja. Todos los competidores son motivados por destacar en diversas habilidades y destrezas. Pero, cada miembro de la pareja tiene diferentes cualidades como es natural. El formato del concurso contempla pruebas que deberán superarse con el apoyo y ayuda de su compañero. A veces se requerirá que uno tenga la función solamente de animar el desempeño, y otras veces, ambos deberán aportar su esfuerzo para lograr la tarea. Un personaje tiene rasgos desagradables para una gran mayoría, aun que para su pareja es atractivo, y lo considera en general un elemento que puede hacer que ganen juntos.

 Lo que en la pareja no se percibe, es un desequilibrio de fuerzas que normalmente se pone en evidencia con abusos, desconsideración, maltrato, y críticas constantes entre ellos. Generalmente participan en des armonía. Es un atuendo que causa indignación, pero el que lo porta no lo nota. Se ha acostumbrado a las ropas sucias. El personaje femenino o masculino, si se equivoca en la competencia tiene la costumbre de señalar las fallas del otro; alguno adopta un papel sumiso; el otro hace bromas para ridiculizarlo frente a los demás, y es difícil que acepte su propia incapacidad para lograr resultados si pierden. Pero sí argumenta con mucha palabrería infinidad de pretextos con tal de no asumir su propio mal desempeño.

El atuendo con que se visten indistintamente, por lo tanto, es: Aparentar que se tiene el control de todo. Se comporta intransigente con la pareja. la somete y pretende someter la opinión de otros con la manipulación de argumentos cínicos. Minimiza la colaboración y capacidades cuando se siente menos. porque no reconoce que está superado en esfuerzo y competitividad. Encuentra el cómo elogiar demasiado su intervención y se alaba a sí mismo si por excepción consiguen un resultado favorable. Se comporta sumamente agresivo ante la crítica. Tiene muy poca o nula tolerancia al fracaso y no entiende que le sirve de aprendizaje, pero es muy hábil para encontrar culpables y justificar su mala actuación. Hace creer a su pareja que sin su compañía no vale. Que si no estuvieran juntos ni podría participar. Le dice que por eso está a su lado. Que su interés es apoyarla para que cumpla sus sueños… que los de sí mismo los sacrifica…ambos se justifican y enmascaran para no mirarse en el engaño mutuo de sus prendas.  

Como ustedes podrán apreciar las ropas que se lucen son un conjunto de mentiras, falsedades, y una carencia enorme de autoestima. Lo interesante es que su compañera (o) le hace juego con sus propios vestidos de minusvalía. Se porta con abnegación. Es decir, se niega a sí mismo (a) en un falso interés por el bienestar del otro; se anula, y sólo se conforma a veces con el llanto o la comprensión de los demás que por más que le dicen que no se resigne al mal trato, siente que no encuentra una salida y continúa al lado de alguien que la, (lo) desprecia y termina por despreciarse a sí mismo (a).

El personaje es cualquiera que se ostenta como un gran macho (sin distinción de género). En el fondo es un cobarde, que desconoce ser independiente y no se permite afrontar retos. Manipula a cuantos cree engañar con su apariencia violenta y no sabe valorar nada ni a nadie. Su primer y último recurso es amedrentar con sus brillos sin valor. Su atuendo requiere una limpieza a fondo para desechar esos trapos, que de tanto uso se ven desgastados, viejos, que a nadie le agradan.  El complemento que posiblemente le vendría bien de su compañera(o) es confrontarlo. Retomar las cualidades que se han opacado y sacarlas a relucir con renovado impulso para salir adelante sin lastres de infelicidad impuestos por cualquiera que está peleado con la vida y consigo mismo ante su incapacidad de realmente ser un buen participante, superar su egoísmo, y por fin ganar algo satisfactorio para ambos.  

El siguiente atuendo lo pueden imaginar en diferentes escenarios. Está configurado para portarlo de manera casual en cualquier situación. se puede combinar para dar la sensación de estar siempre a la moda.  El personaje es joven, adulto o inclusive viejo. Su característica es la ausencia de compromisos. Evita a toda costa tomar decisiones. Muestra obediencia total para que cualquier error se adjudique a otros. La mayoría de las veces el portador se asume como víctima. Ya sea de las circunstancias, su pasado, su angustia por el futuro, su descontento por el presente, su inconformidad con el clima, los animales, las plagas, la alegría de otros, la desgracia de tantos … total que con todo sufre, pero jamás toma acción para remediar algo. Casi se dedica a predicar que nada se puede hacer y es mejor resignarse. Que cada uno haga lo que le parezca y nadie se meta en los asuntos que no le corresponden ni directa ni indirectamente. Por lo tanto, navega como un corcho a la deriva, pero eso sí muy enojado, y lamentando todo el panorama ante el cuál no tiene alternativas…

El personaje que luce este atuendo es irresponsable. Supone que su incapacidad es muy amplia. Desconoce sus posibles habilidades puesto que no acepta tomar riesgos. Le preocupa mucho el “que dirán” y vive para complacer a todos aparentando compañerismo y comprensión. Es bueno para oír, pero no se escucha a sí mismo. Tampoco se da cuenta de su inacción justificada por el miedo y la desconfianza de su propio valor y el de los demás. Se le dificulta por lo tanto colaborar y hacer trabajo en equipo. Pero es muy acomedido para meterse a remediar la vida de otros.  Se deja llevar por las opiniones superficiales, se asusta fácilmente antes de haber intentado algún esfuerzo. Como es un personaje muy popular su atuendo ha perdurado por mucho tiempo. Por todas las épocas. Al parecer es un traje que se resiste a pasar de moda.  

Como habrán podido notar los vestuarios exhibidos se pueden combinar. Son de primavera, otoño, invierno o verano. Inclusive se tratan de adornar con accesorios de todo tipo. Por ejemplo;

Para el atuendo de macho, va bien hacerse el incomprendido, o acusar a sus antepasados por tener que usar esas apariencias. Normalmente alegan que son patrones aprendidos de vestimentas usadas. De segunda mano, y que así han sido del uso en su familia y aceptado en los ambientes que frecuentan. Al final no son más que pretextos, que posiblemente nadie se los ha hecho ver con la determinación y el coraje para confrontarlos con el cambio…En cuánto a los modelitos que “llegaron para quedarse” les vine bien como accesorio reluciente, la queja. Les encanta estar protestando por todo, pero se quedan inmóviles. Se activan sólo para la crítica. Persisten en su inacción que les resulta bastante cómoda, mientras otros se esfuerzan para modificar las cosas dentro de su entorno inmediato.

 Por lo visto; la peculiar pasarela podría incomodar a muchos aficionados a esta clase de modas, a los personajes y al uso de los accesorios. La intención es que no se deje convencer por las tendencias tan comunes sobre los gustos de las personas que tampoco saben de moda. Pero son los más influenciables. ¡Justo de los que tienen un gran temor al ridículo! tal vez valdría probarse algún modelito y ver cómo se luce ante el espejo, con accesorios o sin. Podría moverse inclusive a desechar algunas prendas con las cuales se tiene mucho apego; son muy queridas, pero es necesario tirar. No vale regalarlas. son para la basura nada más.

 

 

  

 

 

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