REALIDADES

 Al entrar a la casa, se podía ver la luz que iluminaba la ventana cerca de la cuál ella pasaba la mayor parte del tiempo. Era el único lugar de su habitación en dónde podía sentir aunque sea a través del vidrio el calor del sol. Su fuerza física había menguado para poder ir con facilidad a otras partes. Por eso a veces la nostalgia confundía su mente y ya no distinguía si su vida había transcurrido entre sueños. Se sentía con vida, pero a veces muy a su pesar decía que era aburrido contemplar el paso del tiempo con dolor y cansancio. Había acordado con su amiga tener siempre en mente las buenas cosas que la vida le concedía desde su juventud para que, en los días de soledad y retiro, la fuerza del ayer con el presente le permitiera entender el cómo su vida había transcurrido, para qué había que continuar y al final reunir todo con  la certeza de un plan perfecto. 

Su amiga se acercó para saludarla con un cálido abrazo. Deseaba también entender y poder ayudarla. En un reconocimiento mutuo esperaban indagar los secretos para quitar el temor que produce la incertidumbre. Empezaron con la intención de sobrepasar en primer lugar eso; el miedo que se enmascara de mil formas para confundir y aprisionar la verdad personal que hace disfrutar con alegría el reencuentro consigo mismo. luego, con mayor empatía con todas las personas cuya visión generalmente difiere de la propia, y no obstante, requiere  el encontrar puntos de acuerdo. El ejercicio que llevarían a cabo cada día lo habían preparado ya desde hacía mucho tiempo, porque la existencia con limitaciones físicas implicaba un enorme esfuerzo. Así que algo habría que aprender, o hacer, o entender para que valiera la pena. Ambas pensaban que cada persona tiene una concepción de lo que le confiere el impulso de vida, la sostiene, y que va más allá de la comprensión de la mente racional. Coincidían en que hay “algo” que hace a cada uno el sentirse parte del universo mismo. Sobre todo, cuando se carece de la compañía de otras personas, y se viven momentos de soledad. Inclusive si a veces hay la sensación de vacío o la seguridad de pertenencia producto de la mente en un cuerpo joven.

Ella se alegró mucho al ver a su amiga, le dio los buenos días con entusiasmo, y le dijo:  Hoy amanecí con el ánimo alegre. Espero que tengas la paciencia para escuchar. Ayer quedamos en volver a invocar la energía de vida que puede revelar infinitas veces lo que es inmortal. Tú sabes cuánto amo a la naturaleza. cada paisaje ha sido para mí  un espacio de cierre de ciclos, y reconstrucción. Recordé como el agua es poderosa, suave y grandiosa. cuando visité cascadas, pude ponerme debajo de la caída del agua, para sentir su frescura, escuchar el estruendo del choque sobre las rocas, y el estallido que la convierte en una brisa de arcoíris que mueve con el aire a todo lo que alcanza. Realmente la sensación regresa a un presente que necesito agradecer para que me ayude encontrar respuestas. ¿Qué te parece?

¡Fantástico! te propongo ahora mismo imaginar lo que en mi entorno es usual en la temporada de lluvias. La calma que precede a un vendaval tan fuerte que hace silbar el aire entre las rendijas de ventanas y puertas. La obscuridad que se rompe con un latigazo de luz y el sonido atronador de los rayos que descargan la electricidad entre los árboles y las hierbas. La tierra entera conmovida con esa visión es impresionante. Sabes que hay gente a la que le produce un terror de pánico saber que se avecina una tormenta. Han visto fulminados a animales, plantas y personas. Así que les produce una sensación inquietante. Aprenden a rezar como su mejor refugio, y descansan agradecidos cuando termina todo ese concierto de poderío que los hace sentir pequeños e indefensos.

Con el rostro apacible ella retomó la palabra: Con tú relato es claro un contraste que he vivido. Me has hecho pensar en los inframundos que se entre mezclan, las combinaciones tan terribles o maravillosas como cada uno las construye. Tengo por lo tanto siempre presente la experiencia que me sucedió hace mucho tiempo. Se que existe un lugar de absoluta tranquilidad, la sensación que por unos instantes experimenté quiero traerla de nuevo, voy a intentar que se quede conmigo. Estoy segura de que es un mundo dentro de este mundo. Lo tuve a mi alcance unos momentos y por eso se que es posible. Se puede vivir entre realidades opuestas. Me consta. Lo que desconozco de ese transe es lo que me agota en buscar y rebuscar; qué hace falta para por fin capturar en qué lugar de mi existencia puedo eliminar el tiempo y volverlo eterno. Revisemos otra vez las rutinas aprendidas de la mente y las mentiras que se inventa por comodidad. Por cierto, últimamente me hace dormir y borra con letargo el esfuerzo de pensar. Por eso agradezco que tú estés alerta.

 Su amiga conmovida le aseguró que contaba con ella, y le advirtió que había encontrado otra perspectiva interesante. Una idea con la que podría invocar a sus seres más queridos, restablecer lazos entrañables. Con voz pausada comenzó: Encontré que la energía que se ha usado en las relaciones interpersonales también puede ser parte de las respuestas que buscamos. Tienes que reconocer por lo tanto cuántas veces impediste estar cerca de la gente, y permanecer fuera de entornos ajenos. Ella asintió. Sí, era normal para mí hacer eso precisamente porque en el estado perfecto que conocí todos transitaban en paz, ninguno se detenía para contar cosas desagradables. Sin embargo, una frase que dijiste cuando nos conocimos, me ha hecho recapacitar. Recordé las veces que un - No. Gracias- en un tono de desprecio hacia algo o especialmente hacia alguien, rompió sin querer una posibilidad de conocer otras realidades.

Tomar en cuenta al otro implica tratarlo como te gustaría ser tratado. Una conducta que por lo menos a mí se me inculcó como una regla de oro. Pero es tan placentero estar en silencio, que elegí sin culpa, abstenerme de oír, de ver, de sentir, lo que perturba la quietud de la vida que de otro modo se vuelve un inframundo que aborrezco.  Será que lo único que en ese entonces tenía para compartir y tratar a la gente era el egoísmo, y eso pone como una represa que estanca el fluir del agua de la que tanto hemos hablado.Con un gesto de cariño la amiga la abrazó.  Le dijo que  le iba a confiar un episodio que le relató una persona que ambas conocían, y comenzó: Sucedió cuando ésta persona era muy joven; una vez un chico muy atento y bien parecido le  llevó hasta su pupitre escolar un panquesito. Se lo ofreció con las manos abiertas, era muestra de cuidado, de interés para que fueran amigos. Sin cortesía ella no lo tomó. El muchacho se inclinó con el regalo, lo puso en el compartimento para los libros del pupitre y se fue. para ella aquel gesto no fue causa de remordimiento, se puso de pie y salió del salón.  Jamás él intentó hablar de nuevo. Muchos años después, siglos, podría decirse, no se había borrado de su mente cada detalle. Con añoranza concluyó: Nuestra edad, los rasgos del compañero de escuela, sus ojos verdes, una silueta desairada que se alejó con firmeza. Nunca lo volví a ver.

La insensibilidad hacia ese otro en su caso, me hizo elaborar una pregunta: ¿Es que algo sin importancia puede permanecer tan vivo en el recuerdo? No. Seguramente hay ahí un gran desaire a la vida. Que si fue sin conciencia, que si es normal para un carácter en formación, que si no distraerse de las metas justifica un trato indiferente para una persona o las personas en general, lo tenemos que agregar en nuestras preguntas y respuestas. Las dos amigas se quedaron pensativas, habría que revisar esos enlaces y desencuentros, entender en el pasado y en el presente la infinidad de realidades que existen. Lo importante era comprender, aprovechar en las oportunidades que de ahora en adelante tuvieran. Como el anhelo que una deseaba para permanecer en la realidad propia y serena pero que interactúa con otras realidades que posiblemente se complementan.

 

 

EGO

 A ver, a ver; ¿Dices que cuando te enfrentas con una idea o un concepto que no te cuadra sale a relucir tú gran ego?, me imagino que empiezas a enfundarte en una armadura de hierro, tomas una lanza, tu escudo y te preparas para guerrear, o sea, resistir, rebatir, contradecir. -Pues no tanto así con la facha que dices, pero sí para poner en su lugar a la gente que cree tener siempre la razón. - Mmmmmm entiendo. El ego es una identidad muy usual a la que la gente le da poder para gobernar su vida. Lo escuchan como a un consejero para lidiar con la opinión ajena sobre todas las cosas y por encima de los que se considera son inferiores, ignorantes, de otro nivel, y cosas por el estilo. ¿Cierto? -Ajá, algo así. - ¿Te gustaría escuchar un cuento?  es de alguien que trata al ego como un amigo, un adversario y a veces como las dos cosas.

Comienza en una tienda muy peculiar que tiene un departamento principal con un enorme letrero que dice: QUEJAS. Cuando llega un cliente con una sensación de ser objeto de menosprecio, enojo, quejas diversas, le dan a elegir entre varios cinturones hechos de un material muy pesado.  Puede ser de hierro, plomo, de piedra, o inclusive del material que la misma persona lleve para que se le confeccione un cinto a su entera satisfacción. Se le asigna un asesor de toda su confianza, cuya misión es convencerlo de que mientras más peso pongan, podrá salir a flote de sus quejas y las consecuencias que le traen. Entre los dos forman una especie de cadena, con bolsitas llenas del peso acordado. finalmente, se le invita a ponerse su cinturón para que lo lleve los días que sean necesarios. se puede regresar para ajustarlo, y agregar más peso.  La tienda cuenta con muchos planes para que el cinturón se use inclusive toda la vida. Ese es su negocio. Vender, rentar, ajustar; cinturones del material más pesado con la garantía de mantenerlo a flote bajo su peso y sobrellevar la vida con bienestar.

Un día llegó a la tienda un cliente muy enojado, tenía ahora una doble queja. El peso de su cinturón era insuficiente o su asesor de confianza le había lavado el cerebro para hacerle creer que con esa carga se mantendría a flote. Dijo que a pesar de ponerse el cinturón para realizar tareas que le desagradaban el peso no le daba bienestar como decía la oferta de su anuncio. Se sentía cada vez peor y anhelaba cambiar de actividades. El encargado le dijo que había en la tienda una sección que casi nadie visitaba pero que estaba a su servicio, amablemente le explicó que era indispensable que pasara. él mismo desconocía que habría adentro, pero era un espacio reservado para los clientes especiales y doblemente insatisfechos. Lo acompañó hasta encontrar una puerta sin una forma definida, le indicó que podía entrar y lo dejó solo.  Aquella puerta parecía de pronto una ventana, luego se cambiaba como una salida giratoria. Por un lado, colgaban candados, en otro tenía cerrojos, y para rematar tenía muchos pares de cerraduras junto a llaves chiquitas y grandes. Con aquella visión el cliente empezó a tener miedo, la confusión se apoderaba de su conciencia, y sudaba frío. Le intimidaba decidir con cuál artefacto se abriría la puerta.  

Al verse solo se acercó en un primer intento, al parecer del otro lado se escuchaban conversaciones. La puerta se balanceaba entreabierta y se cerraba con un ruido seco. Era muy raro ver que estaba abierta y sin embargo parecía cerrarse para mostrar todas las trabas que la componían. Como no había más remedio, por fin con un movimiento el cliente empujó con fuerza y quedó ante un panorama que lo confundió aun más. Había letreros por todos lados con interrogantes; ¿Se siente utilizado? Agredido, incomprendido, despreciado, ¿MUY enojado?  Las preguntas enmarcaban entradas y salidas que hacían que temiera encaminarse hacia algún lugar. De pronto vio un letrero diferente, decía: MAS PESO; MENOS PESO; DESECHAR. Al menos eso lo entendía mejor que tantas preguntas que le producían incertidumbre. Tocó la puerta y una voz le permitió el paso. Por favor tome asiento. Un poco desconcertado el cliente se encontró en un cubículo cerrado con un vidrio opaco al frente que impedía ver del otro lado. Con un tono amable la voz le explicó que era conveniente mantener la atención en la queja que lo traía para reclamar, y que iniciarían con algunas preguntas de rutina.

El cliente fijó la vista en el vidrio que reflejó su propia imagen. Al comenzar notó lo incómodo de su cinturón, y se preparó para exigir la atención a sus quejas. La voz del otro lado del vidrio le preguntó si sería conveniente dejar lo que hacía para empezar actividades diferentes. El cliente se puso a la defensiva y contestó: - ¡Que fácil es hacer preguntas! Vine aquí precisamente porque no es sencillo renunciar o hacer cambios. Tengo cuentas que pagar, compromisos con muchas personas que esperan que cumpla con una imagen que he construido con mucho esfuerzo. Debo de ser fuerte, cualquier titubeo me haría parecer débil. Qué pensarán de mi si defraudo las expectativas que tienen. Para algunos soy hasta un ejemplo, para otros represento la protección de sus intereses, es imposible  descansar. Muchos dependen de mí.  es verdad que me desagrada lo que hago, pero en cualquier parte hay inconvenientes. Allí donde estoy al menos me queda cerca y puedo después distraerme. Cumplo con un horario y luego me desentiendo de todo. Total, que tengo muchas ventajas y por eso me tengo que aguantar…

-Además, la vida no es fácil.  las personas en todos lados son desesperantes. Las cosas han cambiado mucho. Eso del respeto, la educación, las buenas costumbres muchos no lo conocen ni quieren aprenderlo.  por eso vine a su tienda a comprar el famoso cinturón, pero ni con eso ahora estoy tranquilo. - De acuerdo contestó la voz del otro lado del vidrio opaco. Lo que vamos a hacer para ajustar su cinturón es esto: A cada situación que ha señalado le corresponde una etiqueta; ego1, ego2, ego3, ego4, ego5, …En conjunto representa al gran ego que es la imagen que ha construido con tanto esfuerzo de acuerdo con sus propias palabras. Desconozco cuánta carga se ha puesto…

Bueno, para no hacerte el cuento largo, como decimos, el ego pone las cargas con el peso que tú le consultas. También te puede mostrar alguna salida, pero te deja solo para que elijas.  depende de ti quitar las apariencias de encierro y experimentar que hay por todos lados malestar. ¡Puede que hasta se burle de que creas que con mayor peso puedes salir a flote! Si lo pones como defensa sólo tú sabes a qué o de quienes tienes miedo. Lo que sí te aseguro es que consume energía. Entre más confuso sea el lugar que le asignas más poder le das para someter con absurdos tú vida.  -Bueno ya. No creas que con cuentos voy a desaparecer lo que me molesta. La imagen mía es muy real. Ser padre o madre, amigo, hijo, trabajador, etc.  me exige asumir un papel, tú ni te imaginas qué es lo que yo debo de hacer. Mejor vamos a caminar.

Los dos amigos después de divagar un rato se detuvieron en seco. Aparentemente sin querer habían llegado frente a un cartel enorme que decía: “QUEJAS= EGO. Aquí tenemos la solución. Puede entrar sólo o acompañado. Usted elige. contamos con el plan perfecto para salvarle la vida.” Por supuesto la puerta de entrada parecía una ventana opaca, tenía un montón de cadenas, candados, cerrojos, llaves, y trabas. pero se podía apreciar que estaba abierta, se mecía para dejar ver que del piso en forma de círculo,  salían muchos corredores hacia varios lugares, con  un común letrero:  ¡Bienvenido!

Asombrados voltearon a mirarse. vino a su mente el cuento, la oferta de cinturones pesados para mantenerse a flote, y los consejos de su ego para seguir de largo o echar un vistazo.

 

¡GRACIAS!

 Esta vez quiero exponer como agradecimiento a los lectores de las narraciones que escribo, un punto de vista que espero facilite quitar los enredos observados en los comentarios que se hacen al tratar de sacar alguna conclusión personal. Hay temas y conceptos que pueden ser relacionados con infinidad de situaciones. Especialmente la expresión escrita se interpreta de acuerdo con la historia de vida individual, en donde intervienen básicamente las emociones que produce un evento que nos haya tocado. Inclusive la imaginación del contexto en donde se plantean las ideas del escritor. Por lo tanto, la lectura se convierte en un diálogo sumamente interesante, lleno de ideas tan maravillosas o complicadas como los participantes. Que puede ser entre uno a uno o en una lectura grupal con tantos como los que lean y escuchen.  

Cuando alguno de ustedes lectores, hacen comentarios, se posibilita una comunicación que nos retroalimenta al sugerir otro entendimiento de lo escrito. Igual si resultó cansado, incomprensible, aburrido, emocionante porque se identifica con una vivencia, etc. El tema sobre la disciplina que se puso hace poco, causó confusión. Si bien los temas que se han tratado “desde siempre” por ser fundamentales en el comportamiento humano, personalmente agradezco que provoquen muchas más ideas que conclusiones. Justamente porque al discutir sobre ideas surge la reflexión que enriquece el sistema de pensamiento, relaciona lo aprendido, y lo que vale la pena desaprender. Mucho de lo cual es una de las trabas más fuertes para el cambio personal y colectivo.

 Generalmente el discurso o las afirmaciones de otra persona sobre un tema con el que se está en desacuerdo es desagradable. En el caso de la expresión escrita se puede suspender la lectura, dejarla para otro momento, o definitivamente desechar hasta un libro completo. Les confieso que me ha pasado. Sin embargo, aquí suceden los procesos de pensamiento tan interesantes que no acaban de ser descubiertos y explicados en su totalidad.  Aunque es sorprendente lo que se está realizando para comprender el tema fascinante de las ideas y el pensamiento. Cada hallazgo en ese dominio ahora mismo está creando cambios críticos para la raza humana como la conocemos en el pequeñito recuadro que decimos conocer, dentro de la interrelación que guarda con el magno todo al que pertenecemos.

Pero; ¿Ven cómo se puede desbordar la explicación y bifurcarse o presentar como un abanico de opciones para ustedes? Es decir que se tiene como persona humana, la capacidad de expresión como una cualidad distintiva. En la medida que se puede describir algo con mayor detalle, se requiere de vocabulario, imaginación, interés, voluntad, y todo lo que pueda hacer posible la transmisión de lo que se piensa y lo que se siente. Me permito anotar, (con mucho riesgo y respeto hacia el pensamiento científico) que es “más sencilla” la descripción de los fenómenos de la naturaleza física de la materia, que los procesos sobrenaturales que escapan a la medición precisa y a los fenómenos emergentes sin explicación aparente. Esta dualidad es el gran detalle en la vida cotidiana. De ahí que les agradezco queridos lectores que continúen con mucho ánimo a enredarse y desenredar un hilo que les sea útil de la serie de escritos en el Blog.

Con algunas diferencias y como complemento; Si lo han notado, también en la capacidad de expresión oral se utilizan palabras con significados varios asociados con la actitud de quien habla. Es necesario por lo tanto confirmar qué es lo que se ha entendido de lo dicho.  Las conversaciones cara a cara resultan efectivas cuando se tiene la oportunidad y disposición de aclarar los conceptos e ideas entre los interlocutores. Una conversación amigable es interesante porque involucra a los cinco sentidos. Pero ¡Alto! Cuidado con la interpretación que proviene de lo sobrenatural. Es decir, de lo que se interpreta por la opinión, prejuicios, creencias, modelos, costumbres, y todo lo que se inventa la gente en su pensamiento y actúa con sus gestos. Es un clásico preguntar: ¿Qué tienes? la respuesta “NADA” … es presagio de un gran problema! ¡Es más, ésa simple pregunta causa muchos problemas!  Inclusive da pie para meterse en terrenos de incertidumbre con tonos de suspenso y pronóstico reservado. Lo digo en broma y en serio para que cada uno lo interprete y sea parte de la explicación que ha iniciado en este escrito por sus amables comentarios.

Al final espero que como es el propósito del Blog, tengan una lectura amena y breve. Si el tema de la Disciplina, la comunicación, o algún otro les provoca hacer preguntas con mucho gusto daré una respuesta o pronto verán algún titulo que les llame la atención. Hay mucho que compartir. Su opinión es de gran interés para mí.

¡Les envío un afectuoso saludo! Deseo ciertamente provocar el gusto por la lectura y un entendimiento mejor entere todos.

¡GRACIAS!

 

 

DISCIPLINA

 Dentro del múltiple intercambio de opiniones que se refieren al cómo hacer posible la mejora en las personas, y en las actividades sociales que se realizan, el concepto de la disciplina provoca entre las generaciones; disgustos, reclamos, retos, y argumentos de todo tipo. Es frecuente que la gente con mayor experiencia de vida señale que tener disciplina, ha sido y es, la base sobre la que se construye cualquier logro. Adoptan actitudes de acuerdo con los modelos de autoridad que han sido aprendidos para imponer como se dice “por la buena o a la mala” los comportamientos que estiman valiosos o necesarios. Para las generaciones más jóvenes planteado de esa manera, sugiere la rebeldía porque implica hacer cosas molestas o inclusive dejar de hacer otras que son muy agradables. El asunto es que como un principio de actuación la disciplina es indispensable para potenciar el desarrollo de habilidades, destrezas y capacidades en la búsqueda de realizar los talentos que se tienen, y descubrir inclusive capacidades desconocidas. Significa, por lo tanto, la posibilidad de que una persona supere las imposiciones, auto regule su esfuerzo, y confirme un compromiso con el propósito de vida que identifique como el motivo fundamental de actuación para consigo mismo y en su interactuar con los demás.

Es una tarea complicada de entender, de ejecutar. Hay ejemplos en donde se aprecia que rebasa el argumento de la edad, aunque se entiende que un pensamiento infantil necesita de la ayuda para empezar a comprender las situaciones, a veces la imposición, o que se practique  por la iniciativa propia en un proceso de maduración de la personalidad. Así que lo importante es que, como todo, la interpretación de la utilidad, el ejercer la voluntad, y el transformar una forma de vida, depende de cada uno. Lo que orienta un comportamiento responsable con la disciplina, inicia por estar dispuesto a probar diferentes actitudes en situaciones cambiantes; Crear las relaciones humanas dentro de lo complejo del comportamiento humano tan diverso como cada persona que se encuentra en el camino. Entender desde otros puntos de vista que, para acceder a lo que cada uno aspira, se requiere aclarar a cada paso la identidad, lo que se puede hacer para confrontar los retos, encontrar soluciones a los conflictos, disfrutar los éxitos, y contar los fracasos como aprendizajes constantes en los que se tenga una mejor respuesta hacia uno mismo, con efectos positivos hacia los demás y al entorno.   

 En este sentido la disciplina en general puede convertirse en; Auto disciplina. como una prioridad para el manejo de las acciones como individuo. Es decir que revisar cualquier resultado indeseable, quejas constantes o reacciones personales fuera de control, implica cuestionar las creencias que limitan el tener una identidad con una perspectiva amplia. Muchas veces se sabe de personas que se sienten abatidas por una incapacidad aceptada sin entender las causas que han inhibido su deseo de ser mejores. Cada meta incompleta, cada sentimiento de incompetencia en diferentes áreas, dificulta y hasta sirve de pretexto para ya no atreverse a intentar algo diferente.  Si lo que prevalece es el cambio, la transformación, se advierta o no, vale la pena el reordenar las prioridades, establecer nuevas formas de comportamiento, de relacionarse, y sobre todo romper los límites auto impuestos o mejor aún las limitaciones dictadas por gente abusiva que se desentiende de un beneficio común, desprecia o desconoce la reciprocidad.

Desde este punto de vista, hay momentos en que la auto disciplina actúa para mantenerse en silencio por convicción y es una excelente respuesta. Hacer una pausa impide una escalada de reclamos inoportunos y engancharse a conflictos ajenos. Sin embargo, hay otros momentos en dónde quedarse callado cierra la oportunidad de confrontar las falsas creencias y abrir otras posibilidades de negociación. Es interesante descubrir en una práctica de la disciplina las trabas que dificultan el avanzar en un proceso de madurez para favorecer el respeto. El cuál es un derivado de la disciplina hacia el trato a la vida en sus infinitas formas. La orientación de la conducta entre modelos de autoridad engañosos o falsos es causa en la separación dolorosa de padres e hijos. Devaluar a cualquiera con la pobreza del lenguaje señala la incapacidad de quién habla sin sentido y deforma la convivencia diaria, el trato a las amistades, los socios etc. Los miedos impuestos para evitar una exclusión social enmascaran fines nocivos conformados por múltiples prejuicios y abusos. Así que es necesario estar alerta. Los sentimientos de inferioridad que se aceptan sin pensar taladran hondo para desintegrar a las personas.  

Cada vez que por la opinión simplista de alguien se quita el entusiasmo, la valentía, hasta la “locura” de atreverse a hacer algo, vale la pena ejercer la auto disciplina para restablecer el equilibrio entre los sentimientos de enojo, envidia, frustración, y demás reacciones emocionales que sin control crean los peores escenarios, impiden la acción y nulifican a la persona. Sí, tal vez cualquiera se crea que puede juzgar. Pero sobre poner la auto disciplina de perseverar en un proceso de mejora aun con un margen de desvío, pone en su lugar las críticas mal intencionadas con la satisfacción de haber actuado ése día con los recursos disponibles. No cualquiera quiere construir, reconstruir, rehacer sobre cimientos más fuertes su propia experiencia y compartirla. Afortunadamente hay infinidad de ejemplos y el  saber personal que sostienen de manera propositiva reintentar cuantas veces sea necesario.

Tener un propósito es otro aspecto de la auto disciplina. representa una ventaja para establecer el orden en el hacer o no hacer. Hay comportamientos que se repiten con los mismos resultados. Si se sabe, que ciertos sentimientos y acciones producen intranquilidad, se pueden identificar. Es común que se haya aprendido a querer lo que otros han casi obligado a considerar amable, pero que personalmente causan malestar. En cambio, hay cosas que se anhelan pero que para otros son despreciables. Así que más vale que sea uno mismo el que califique dentro de la estructura de pensamiento las falsas creencias. La disciplina de estudio, esfuerzo, resultados, y vivencia son una guía de actuación.  Por fuera hay muchas voces que critican, pero si es un alboroto descontrolado se puede acallar con la evidencia de lo que se ha conseguido con certeza y con paz. 

Establecer a quien se escucha es parte de la práctica. Saltar barreras y desviarse para superar el escándalo es enmarcar los espacios que se han trabajado en un esquema personal de calma. Es sencillo comprender que a nivel de suelo y en la muchedumbre no se distinguen salidas. El horizonte de visión se mejora subiendo escalones para observar por encima de tanto ruido, de lo inmediato y que atropella.  Mirar más lejos, desde otro punto de vista distingue nuevas posibilidades. Por eso son las Águilas un símbolo de fuerza. Desde su perspectiva en los cielos dominan su territorio con una majestad impresionante.  Aunque una parte de su naturaleza vuelva a la tierra sin dejar su mirada atenta. Qué visión se busca es parte de la disciplina. Mirar hacia arriba o hacia abajo es el dominio que se quiera. Con la autodisciplina se coloca el blanco y también se enfoca el centro. Es hacer y deshacer con constancia, dentro de un orden a veces imperceptible pero que se comprende presenta el territorio completo  y permite ver los fragmentos.  

Entre las generaciones como se anotó en este relato, la disciplina se valora con añoranza o con rebeldía. Seguramente los argumentos se contraponen entre los tiempos idos y el poder de la conquista del futuro. Sin embargo, la convivencia en el desacuerdo puede ser la disciplina compartida. Los resultados dan una pauta. En tiempo real como suele llamarse en la actualidad al quehacer cotidiano necesita poner límites para abrir los caminos, y verificar hacia donde se dirigen. aunque suene contradictorio limitar es la manera de crear formas. Sin un marco de referencia se imposibilita determinar una dirección. La actuación es en conjunto, los vínculos pueden fortalecerse, traduciendo con hechos las palabras y su significado. La disciplina tiene esa cualidad irrefutable.

Deseo que por esta lectura descubras lo que te limita. Que te atrevas a cuestionar y despejar lo que te impide dar lo que tienes. Inclusive lo que se califica como malo es un medio para promover la iniciativa que retome el equilibrio. Corregir sobre la marcha sin detenerte en los lamentos que son pérdida de tiempo. Separar de entre los pensamientos que son interminables, los que confunden y paralizan las acciones de cambio se revela con la autodisciplina, es una elección propia, está a tú alcance con el respeto por tú palabra, a tus sentimientos y a tú actuación. Una vez tuve la oportunidad de ver la ilusión y fantasía de una persona al creer en el símbolo de un águila. Quería personificar al típico modelo de la libertad.  Pero sus brazos estaban encogidos. Sus músculos eran tensos y la aprisionaban. ¿Puedes imaginarlo? Entonces sucedió algo interesante. Las miradas de sus compañeros no reconocían la belleza de un ave real y espléndida. La persona se dio cuenta que su energía estaba contenida en su mente, pero no la liberaba con su actuación. Con esa muestra, también el grupo se dio cuenta. Se unió en un llamado: ¡No amigo! ¡Tienes que extender los brazos!

Dejo que tú concluyas mi narración con tú propia imagen, con tus propios brazos, y en un momento te atrevas a extender tus alas. Si lo que sientes te entusiasma, empieza a enaltecer tus metas con la autodisciplina que decidas. Igual te ofrezco de entre mis preguntas, alguna respuesta que te sea de aliento, ¡para atreverte a emprender el vuelo!