Lo que sabes es resultado de una serie de interacciones que se comparten para dar significado a una visión del mundo; de diversas ideas; experiencias de grupos similares por su localización geográfica, costumbres, educación y demás factores que los identifican. En primera instancia supondría el acercamiento entre las personas para una mejor convivencia. Sin embargo, hay voces y situaciones de conflicto que están señalando la posibilidad de una mayor desintegración entre los grupos humanos por el uso de las redes sociales creadas por un sinfín de aplicaciones. Cada día se facilita el uso de medios audiovisuales, para traducir lenguajes, conocer costumbres, lugares, y satisfacer cualquier interés de conocimiento a disposición de los millones de usuarios con toda clase de contenidos.
Hace un par de horas escuché una entrevista en dónde se pone en evidencia que, paradójicamente, “lo que se sabe”, es cada vez más restringido y posiblemente está fragmentando a la humanidad en lugar de unificarla. La gente tiene la facilidad de comparar ideas, de discutirlas inclusive, pero si alguien en los grupos en que participa difiere en la percepción de un acontecimiento, punto de vista etc. es muy simple bloquearlo. Se prefiere seguir confirmando lo que cada uno cree y coincide con las creencias en sus grupos. Las personas se aíslan de manera grupal y colectivamente descalifican lo diferente, el otro punto de vista, y dejan de pensar en alternativas fuera de las zonas de confort similares. Este llamado de atención implica que la apertura para empatizar con los otros, de entender la tolerancia para las ideas que surgen como innovación a lo establecido; la comprensión de la diversidad en todos sentidos es un desafío a lo que creen saberlo todo y no admiten la réplica, la negociación ni la escucha. Lo que se sabe, dentro de los grupos de “iguales” es que generalmente: Hablan el mismo idioma, tienen ideas similares, costumbres, frecuentan espacios, diversiones, etc. en donde se hace lo mismo. Es decir que con ese grupo “se lee uno mismo” se fortalecen creencias, se comparten “verdades” y en resumen se cierra la razón y se bloquea al diferente.
Por lo tanto, se dice; estos esquemas son un modo de desplazar el pensamiento; de generar una respuesta masiva sin razonamiento; de convertirse en un linchamiento salvaje que condena por unanimidad; echa de lado la presunción de la inocencia y la vista de lo justo. Todo lo cual genera animadversión, el llamado odio gratuito por lo diferente, que deslinda la responsabilidad personal con la renuncia a pensar. Desde esta perspectiva, “lo que sabes” sugiere que ser el distinto puede ser la mejor opción en el caso de las condenas unánimes que producen comportamientos que rayan en lo salvaje. En ese sentido, es muy interesante replantear el significado del individuo como un ser integral, sin fragmentación, es decir sin división en primera instancia consigo mismo como un ser entero, completo, lo cual ha sido, y sigue siendo el mayor reto para la humanidad. Los ejemplos simplifican el entender que, con las diferencias entre miles de piezas, se complementan sistemas, mecanismos, fórmulas, componentes, etc. Imprescindible para que algo funcione a la perfección.
Aun que los ejemplos parecieran sencillos, en el ser humano su aplicación es compleja. Los mecanismos implican la insensibilidad. A diferencia, la capacidad de sentir a otro ser semejante, es la característica sin comparación para el ser humano. Así que con la intervención de las emociones se complica lo que sabes, hasta el punto de renunciar a ti mismo por temor, por miedos creados al parecer ridículo, ignorante, débil, y cuanta etiqueta se te ocurra que has permitido que marque tu propia identidad. En el fondo la pregunta es: Qué tanto de lo que dices saber es tuyo por convicción propia y qué tanto es para llenar una necesidad de pertenecer a un grupo que somete en una niebla de confusión quien eres, y todo lo que implica utilizar tu mente, tus recursos, precisar tus metas, cumplir tus objetivos y en general vivir tu vida en última instancia con otros modelos que superen las limitaciones que dices saber.
Lo que sabes resulta excelente para confrontar cada día la creciente incertidumbre que ofrece el mundo actual como la creación de todos esos saberes voluntarios o involuntarios, individuales o colectivos que al final es un ejercicio necesario dados los resultados que se obtienen. Tropezar con la misma piedra es algo que la mayoría conoce; casi es seguro que sucede por lo que sabes, y se ha quedado como automatizado en la manera de actuar. Tal esquema ha sido ya por mucho superado por los sistemas de inteligencia artificial y son en la actualidad EL TEMA de muchas repercusiones en todas las áreas del conocimiento. Con mayor frecuencia se difunden controversias que exponen la disyuntiva de pensar o no pensar; de sentir o no sentir. Alguien hace mucho tiempo dijo que con los sistemas de geolocalización o desconectabas el cerebro, o no llegabas a tu destino a tiempo. ¡Que dejaras al dispositivo guiarte en las rutas de los mapas que decías saber pero que el programa sabía mejor!
Es claro que hasta el lenguaje para saber lo que sabes, ha cambiado, y esos sistemas van a la vanguardia “aprendiendo” de manera instantánea las modificaciones para optimizar resultados. Pero la voluntad, el aprendizaje, el saber mismo contiene redes de neuronas o redes electrónicas inimaginables para una gran mayoría. La frase de “hasta el infinito y más allá” de dichos infantiles se ha convertido en un panorama tan amplio que más vale revisar lo que sabes y lo que se sabe con una visión abierta. Ciertamente el usuario de la tecnología desconoce las entrañas del poderoso ente que seguirá en su propósito de gobernar al mundo, y a los que creen que ¡“se las saben todas”!